La Regla de Oro de la No Violencia

Descarga este libro que ofrece indicaciones simples y claras para practicar la no violencia en la vida cotidiana. Además, incluye un glosario para aquellos no familiarizados con ciertos términos del humanismo siloísta. A través de este ejercicio, podrás descubrir cómo construir una realidad más armoniosa, superando tensiones, contradicciones y mecánicas negativas para acercarte a un estilo de vida basado en los ideales del siloísmo.

ACERCA DEL LIBRO

De la Opresión a la Distensión

Este libro aborda cómo nuestra conciencia tiende a divagar, lo que nos lleva a estados de ánimo fluctuantes y a vivir en contradicción. Propone un ejercicio basado en el Principio de Solidaridad para cambiar este patrón, generando un estado de conciencia distendido y reflexivo en lugar de reactivo. Este cambio nos permite avanzar hacia la unidad interna y registrar la acción no violenta, transformando así nuestro nivel de conciencia.

Además, explora cómo la violencia, tanto externa como interna, tiene un origen mental y se transmite de generación en generación, pero afirma que es posible romper este ciclo y liberarnos, ayudando también a otros a hacer lo mismo. En resumen, el libro ofrece herramientas para enfrentar y trascender la violencia, tanto a nivel personal como social, promoviendo la solidaridad y la transformación interna.

QUÉ HAY ADENTRO

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I. QUÉ ES LA REGLA DE ORO

Su historia

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II. DE LA OPRESIÓN A LA DISTENSIÓN

Conciencia, Solidaridad, Transformación.

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III. DISPOSICIÓN INTERNA NECESARIA

Condición inicial para realizar este ejercicio

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IV. DE QUÉ NOS LIBERAMOS

Nudo biográfico.

Aprendizaje.

Contradicción.

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V. CÓMO NACIÓ ESTA PRÁCTICA

(Entrevista a Roberto Kohanoff)

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VI. PUESTA EN PRÁCTICA

La Regla de Oro como guía

QUÉ ES LA REGLA DE ORO?

La Regla de Oro es el Principio de Solidaridad, el número 10 de los Principios de Acción Válida del siloísmo.
En La Mirada Interna está enunciado de la siguiente forma: “Cuando tratas a los demás como quieres que te traten, te liberas”.
Este principio es retomado por Silo al escribir El Camino –última parte de El Mensaje de Silo – donde dice: “Aprende a tratar a los demás del
modo en que quieres ser tratado”.
No es una regla exclusiva del humanismo. Se trata de un principio moral, muy difundido entre diversos pueblos, revelador de la actitud humanista, según consigna el Diccionario del Nuevo Humanismo.
Por ejemplo, el rabino Hillel, un maestro y
erudito judío que vivió en Jerusalén en el siglo I antes de la era común, decía: “lo que no quieras para ti no lo hagas a tu prójimo”.
El sabio filósofo griego Platón afirmaba: “que me sea dado hacer a los otros lo que yo quisiera que me hicieran a mí”.
Confucio, pensador chino que vivió cinco siglos antes de la era común, formulaba este principio así: “no hagas a otro lo que no te gustaría que te hicieran”.
El jainismo, religión de la India que se originó en el siglo vi antes de la era común, tiene la siguiente máxima: “El hombre debe esforzarse por tratar a todas las criaturas como a él le gustaría que lo tratasen”.
En el cristianismo se dice: “Todas las cosas que quisierais que los hombres hicieran con vosotros, así también haced vosotros con ellos”.
En la tradición judeocristiana también tenemos: “Amarás a tu prójimo como a ti mismo”. Y entre los sikhs, miembros de una religión que es un sincretismo entre el hinduismo y el islam, que apareció en el siglo xv de nuestra era, se decía: “Trata a los demás como tú quisieras que te trataran”.
Para el Nuevo Humanismo este principio
constituye la base ética de toda acción personal y social y lo expresa de la siguiente manera: “Aprende a tratar a los demás como quieres que te traten a ti”.
Más allá de los cultos religiosos, de los
filósofos y de los místicos, muchos líderes del mundo y organizaciones sociales se han adherido también a esta propuesta. Valga como ejemplo que en la tercera planta de la sede de las Naciones Unidas, en Nueva York, desde 1985, un mosaico representa dicha regla. La obra reúne personas de diferentes religiones, razas, etnias y edades con la frase de la Regla de Oro escrita sobre ellos. Fue realizada por el pintor estadounidense Norman Rockwell, que se inspiró en la misión de las Naciones Unidas.
La sencillez que muestra la formulación de
este precepto no siempre permite que se capte
la profundidad de su sentido y su verdadera
trascendencia. Silo lo destacó al expresar:
“La Regla de Oro no impone una conducta, ofrece un ideal y un modelo a seguir a la par que nos permite avanzar en el conocimiento de nuestra propia vida”.
Conocer las raíces de cómo actuamos, lograr ser más coherentes y estar más atentos a nuestra conducta constituye un gran paso evolutivo.

Capitulos

Páginas

 “Todo mundo al que aspiras, toda justicia que reclamas, todo amor que buscas, todo ser humano que quisieras seguir o destruir, también están en ti. Todo lo que cambie en ti cambiará tu orientación en el paisaje en que vives”.

(El Paisaje Interno, Silo)

SOBRE LOS AUTORES.

Roberto Kohanoff (1945). Arquitecto y siloísta desde 1967.
En 1975 construyó una sala ex perimental de meditación que en 2005 se transformó en la sala modelo de los Parques de Estudio y Reflexión alrededor del mundo.
En Buenos Aires fue coordinador de la Comunidad para el Desarrollo Humano, Secretario de Ecología del Partido Humanista y Presidente del Partido Verde Ecologista Pacifista. Promovió el brazo Medio Oriente de la 1ª Marcha Mundial por la Paz y la no violencia.
Escribió sobre la Regla de Oro, el trabajo en equipo, el proyecto transmutativo y “El día del León Alado”.
Coautor de www.espaciosnoviolentos.net

Isabel Lazzaroni nació en Tucumán, provincia del norte de Argentina, el 13 de septiembre de 1960. Tras sus estudios secundarios, cuando empezaba a cursar la carrera de Letras, se cruzó en su vida la oportunidad de ingresar en el mundo del periodismo.
En 1981 empezó a trabajar en el diario local La Gaceta y abrazó ese oficio que ejerce hasta el día de hoy. Y lo que más agradece de este oficio fue que en 1989 le permitió acercarse al humanismo siloísta y conocer a Roberto Kohanoff y luego a Silo, el maestro espiritual de esta corriente de pensamiento que llamamos Nuevo Humanismo. Fue otra pasión que nunca abandonó y por la que sigue trabajando.

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